Impacto ambiental en los bosques de coníferas
A nivel del bosque, varias actividades pueden tener efectos negativos directos e indirectos sobre los recursos vegetales y animales y sobre las funciones ecológicas de los bosques (incluyendo la conservación de la diversidad biológica y los ciclos del carbono y el agua). Estos pueden incluir la extracción mal planeada e implementada de madera y productos no madereros, la construcción de instalaciones para el corte y la extracción y los caminos para el transporte, la construcción de servicios para los campamentos de leñadores o para las actividades recreativas en los bosques y la acumulación de desperdicios. La utilización activa de los bosques puede también tener efectos directos e indirectos en la salud humana y en las entidades sociales o culturales de las zonas cercanas. Las diferentes formas de la utilización del bosque varían en relación a la severidad, irreversibilidad, probabilidad de incidencia y significación de sus efectos. Su rango se extiende desde las actividades de bajo impacto tales como la recolección ocasional de productos forestales no madereros (PFNM), a las de alto impacto como el aprovechamiento comercial de la madera para construcción o la conversión del bosque natural a plantación.
A nivel macro, los impactos ambientales se determinan mediante las políticas, planes y programas. Se debe evaluar tales impactos, como también se debe promover medidas de mitigación cuando sea necesario.
Los bosques de coníferas sobre el continente de Norteamérica se extienden de Alaska a Canadá. Este también incluye las partes del norte de Minnesota, Michigan y Nueva Inglaterra. Otro cinturón se extiende a través de las tierras del norte de Escandinavia al Océano Pacifico.
El clima de este tipo de bosque es frío y húmedo. La precipitación varía entre los 40 y 102 cm por año gran parte de la cual, cae como nieve. El bosque de coníferas es también llamado taiga ó en la literatura ¨los grandes bosques del norte¨. Se caracteriza por tener casi puros grupos de arboles como abetos, piceas, pinabetes y pinos. La energía producida por las plantas es de cinco a seis veces más grande que la de la tundra.
En México los bosques de pino encino de Santa María Yavesía son parte integrante de la gran masa de bosques de pino encino de Oaxaca, está considerado uno de los bosques de coníferas latifoliadas más ricos y complejos del mundo.
Esto quiere decir que si comparamos una hectárea de estos bosques (comparamos específicamente el número de especies vegetales presentes) con bosques similares del resto del mundo, es decir, Estados Unidos, Canadá, la ex Unión Soviética y aún los bosques templados de la parte sur de Sudamérica que son los sitios a nivel mundial donde está presente este tipo de vegetación, no encontraríamos otros con mayor cantidad de especies vegetales por unidad de área.
La importancia de los bosques de Yavesía se ve acentuada por el excelente estado de conservación en que se encuentran, lo cual permite analizar la estructura y composición original, entre otras características, de los bosques templados de la sierra norte.
En términos locales, el área boscosa de Santa María Yavesía representa una importante fuente de servicios ambientales como fuente de oxígeno, manantiales, captación de carbono, hogar de la fauna, fuente importante de proteínas para la población local y fuente de combustibles renovables como la leña.
Cabe mencionar que su papel como captación de agua de lluvia es singularmente importante ya que es precisamente en este sitio boscoso donde nace el Río Papaloapam para iniciar su viaje de más de 4,000 kilómetros hacia el mar, por lo cual estos bosques juegan un papel muy importante en la protección de las cuencas hidrológicas, de ahí su importancia como reguladores hídricos y por su ubicación como cabecera de cuenca la conservación de suelos tiene una gran importancia.
No hay que olvidar lo señalado por el Consejo Civil Mexicano que dice: Que deberá de señalarse claramente el área forestal permanente para la conservación de la diversidad ya que al llevarse a cabo un manejo forestal extensivo lleva a ampliar territorialmente el impacto ambiental del aprovechamiento forestal (apertura de caminos, carriles de extracción, derribo de árboles dispersos, etc.) por lo cual debe concentrarse las intervenciones en áreas manejadas intensivamente para dejar grandes porciones de bosque sin intervenir, como áreas de conservación, además de que los terrenos de la comunidad se encuentran en una zona montañosa, con riesgos altos de erosión y como cabecera de cuenca hidrográfica, su protección es esencial desde una perspectiva regional.
A nivel del bosque, varias actividades pueden tener efectos negativos directos e indirectos sobre los recursos vegetales y animales y sobre las funciones ecológicas de los bosques (incluyendo la conservación de la diversidad biológica y los ciclos del carbono y el agua). Estos pueden incluir la extracción mal planeada e implementada de madera y productos no madereros, la construcción de instalaciones para el corte y la extracción y los caminos para el transporte, la construcción de servicios para los campamentos de leñadores o para las actividades recreativas en los bosques y la acumulación de desperdicios. La utilización activa de los bosques puede también tener efectos directos e indirectos en la salud humana y en las entidades sociales o culturales de las zonas cercanas. Las diferentes formas de la utilización del bosque varían en relación a la severidad, irreversibilidad, probabilidad de incidencia y significación de sus efectos. Su rango se extiende desde las actividades de bajo impacto tales como la recolección ocasional de productos forestales no madereros (PFNM), a las de alto impacto como el aprovechamiento comercial de la madera para construcción o la conversión del bosque natural a plantación.
A nivel macro, los impactos ambientales se determinan mediante las políticas, planes y programas. Se debe evaluar tales impactos, como también se debe promover medidas de mitigación cuando sea necesario.
Los bosques de coníferas sobre el continente de Norteamérica se extienden de Alaska a Canadá. Este también incluye las partes del norte de Minnesota, Michigan y Nueva Inglaterra. Otro cinturón se extiende a través de las tierras del norte de Escandinavia al Océano Pacifico.
El clima de este tipo de bosque es frío y húmedo. La precipitación varía entre los 40 y 102 cm por año gran parte de la cual, cae como nieve. El bosque de coníferas es también llamado taiga ó en la literatura ¨los grandes bosques del norte¨. Se caracteriza por tener casi puros grupos de arboles como abetos, piceas, pinabetes y pinos. La energía producida por las plantas es de cinco a seis veces más grande que la de la tundra.
En México los bosques de pino encino de Santa María Yavesía son parte integrante de la gran masa de bosques de pino encino de Oaxaca, está considerado uno de los bosques de coníferas latifoliadas más ricos y complejos del mundo.
Esto quiere decir que si comparamos una hectárea de estos bosques (comparamos específicamente el número de especies vegetales presentes) con bosques similares del resto del mundo, es decir, Estados Unidos, Canadá, la ex Unión Soviética y aún los bosques templados de la parte sur de Sudamérica que son los sitios a nivel mundial donde está presente este tipo de vegetación, no encontraríamos otros con mayor cantidad de especies vegetales por unidad de área.
La importancia de los bosques de Yavesía se ve acentuada por el excelente estado de conservación en que se encuentran, lo cual permite analizar la estructura y composición original, entre otras características, de los bosques templados de la sierra norte.
En términos locales, el área boscosa de Santa María Yavesía representa una importante fuente de servicios ambientales como fuente de oxígeno, manantiales, captación de carbono, hogar de la fauna, fuente importante de proteínas para la población local y fuente de combustibles renovables como la leña.
Cabe mencionar que su papel como captación de agua de lluvia es singularmente importante ya que es precisamente en este sitio boscoso donde nace el Río Papaloapam para iniciar su viaje de más de 4,000 kilómetros hacia el mar, por lo cual estos bosques juegan un papel muy importante en la protección de las cuencas hidrológicas, de ahí su importancia como reguladores hídricos y por su ubicación como cabecera de cuenca la conservación de suelos tiene una gran importancia.
No hay que olvidar lo señalado por el Consejo Civil Mexicano que dice: Que deberá de señalarse claramente el área forestal permanente para la conservación de la diversidad ya que al llevarse a cabo un manejo forestal extensivo lleva a ampliar territorialmente el impacto ambiental del aprovechamiento forestal (apertura de caminos, carriles de extracción, derribo de árboles dispersos, etc.) por lo cual debe concentrarse las intervenciones en áreas manejadas intensivamente para dejar grandes porciones de bosque sin intervenir, como áreas de conservación, además de que los terrenos de la comunidad se encuentran en una zona montañosa, con riesgos altos de erosión y como cabecera de cuenca hidrográfica, su protección es esencial desde una perspectiva regional.